miércoles, 2 de enero de 2008

Un sentido histórico de la responsabilidad

Estoy estudiando el protagonismo de España en la IIIª Guerra del Golfo y me he topado con algunas perlas que, en este punto, parece oportuno recordar a los que pudieran estar leyendo estas entregas.

Cómo se recordará la resolución 1441, de 8 de noviembre de 2002 , la decimoséptima referida a esta cuestión, emplazaba a Saddam Husein a cumplir ciertos requerimientos referentes al desarme y verificación de éste. Se puede leer en ella, punto 13, que Irak “tendrá que afrontar graves consecuencias a causa de las continuas violaciones de sus obligaciones”.

Para muchos la suerte estaba echada. Tanto EEUU como UK entendían, y así lo explicaron en su intención de voto, que ya no era necesaria otra resolución más. Sus análisis les conducían a pensar que eso era entrar en el juego de dilaciones del dictador.

Que esta era la resolución definitiva estaba claro, incluso para la izquierda del mas allá

Rebelión

Pero, pasados unos días desde su aprobación, en Francia, Rusia y China (países con derecho a veto) se empezó a pedir otra nueva resolución. Rusia dejaba claro, no obstante, que una nueva resolución no abriría el camino al uso de la fuerza

Moscú, 7 de febrero de 2003

El CS de las NNUU se enfrentaba a una situación de bloqueo semejante a la ocurrida en Bosnia o en los Grandes Lagos.

En este contexto, Aznar tuvo varias entrevistas con Bush. Una de ellas en el rancho Crawford, el 22 de febrero de 2003, a cinco días de la finalización de los plazos. Estas conversaciones fueron recogidas por el embajador Javier Rupérez y tiempo después, octubre de 2007, llegaron al diario del grupo Prisa.

De la lectura de este “acta” se extraen muchas cosas. Algunos deducen, responsabilidad y honestidad; otros, cinismo. Lo curioso es que, hasta donde yo he podido averiguar, la conversación íntegra no se transcribe en ninguno de los diarios (al menos digitales), sólo a partir de algún enlace el lector preocupado por las fuentes hallará su contenido real.

En el siguiente se encontrará tanto el acta como la presentación que “El País” hace de ellas. Compárese y que cada cual extraiga sus consecuencias.

Presidente Bush. Estamos a favor de conseguir una segunda resolución en el...

La propuesta de Blair y Aznar, secundada por Bush, chocó con que Francia, China y Rusia no estaban dispuestos a que figurara un ultimátum. Incluso El viceministro de Asuntos Exteriores ruso, Yuri Fedotov, dijo que no había "ninguna probabilidad" de que el Consejo de Seguridad de la ONU aceptase otra resolución sobre Irak auspiciada por Estados Unidos, Gran Bretaña y España.

Otra perla es la presentación que desde la prensa española se ha hecho y se hace de todo este episodio. En el siguiente enlace tienen uno de estos casos.

Noche de guerra en el rancho

Se observará que el título de por sí ya es un editorial. La sensación que deja su lectura es que se ha informado del contenido del acta; pero que la imagen que se extrae es muy distinta a la que obtuvimos de la lectura directa del acta. Me gustaría que compararan los dos documentos y reparasen en los comentarios y el reordenamiento de la conversación que se produce en el segundo…

Por ejemplo. No deja de ser significativo que la posición, que se deduce de las actas, de ciertos gobiernos árabes es silenciada en la noticia. Pero es el contraste de esta con la posición de Chirac lo que explica la referencia que Bush hace a “Mister Arab”:

PB.- Me parece muy bien. Chirac conoce perfectamente la realidad. Sus servicios de inteligencia se lo han explicado. Los árabes le están transmitiendo a Chirac un mensaje muy claro: Sadam Hussein debe irse. El problema es que Chirac se cree Mister Arab

¿Se aprecia la “neutralidad” informativa? Pero este no es un caso aislado. El 30 de diciembre de 2007, se insistía:

Aznar y Bush en la alcoba

Considerando que esta es una edición electrónica ¿han encontrado el enlace al documento original de la reunión?


1 comentario:

El Cerrajero dijo...

Todo ello se resume en una triste realidad: vivimos en un país de gilip*llas.

Con todo lo que está pasando y que aún haya quien le bese el trasero a Rodríguez el Traidor, es un claro síntoma de la enfermedad crónica que padece media España.